El aceite de jojoba es uno de los aceites más versátiles y equilibrados para la piel. Su estructura es muy similar al sebo natural de la piel, lo que lo convierte en un regulador perfecto. Aquí te dejo tres tipos de piel donde su uso es más beneficioso:
✔ ¿Por qué? Aunque suene contradictorio, el aceite de jojoba regula la producción de grasa de la piel. Su estructura química imita al sebo, lo que le dice a la piel que no necesita producir más aceite, reduciendo el exceso de brillo en la zona T sin resecar las mejillas.
🔹 Beneficio clave: Mantiene la piel equilibrada sin obstruir los poros.
✔ ¿Por qué? Es no comedogénico, lo que significa que no obstruye los poros. Además, tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que ayudan a reducir la inflamación y los brotes de acné, mientras calma la piel y acelera su regeneración.
🔹 Beneficio clave: Regula el sebo sin causar brotes y ayuda a sanar la piel.
✔ ¿Por qué? Su composición rica en ceramidas naturales y vitamina E lo convierte en un excelente calmante para pieles que se irritan con facilidad. Su textura ligera y de rápida absorción crea una barrera protectora sin sensación grasosa, evitando la pérdida de hidratación y reforzando la piel.
🔹 Beneficio clave: Hidrata y protege sin causar irritación.
💡 ¿Cómo usarlo?
🌙 En la noche: Aplicar unas gotas sobre la piel húmeda después de la limpieza para potenciar su absorción.
🌞 Durante el día: Se puede mezclar con una crema hidratante o usar solo antes del protector solar para mantener la piel equilibrada y protegida.
Disponible en formato 60 ml con rociador
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